stardust

jueves, 25 de octubre de 2007

Bajarse al moro

Montañas que parecen hechas con gotas de arena mojada,
algunas de ellas coronadas con árboles que parecen tener sed,
rodeados ellos mismos de un paisaje verde y ocre,
como si durante un intervalo de tiempo,
la vida se hubiera ido,
el tiempo se hubiera parado,
para, en el instante siguiente,
emerger como una fuente lívida en el nacimiento de un río.
Todo parece estar pintado desde lo alto,
sin distinguir los pequeños detalles,
sin atribuirle nada a nadie,
como un hueco de sol
elaborado por un hueco de nubes.
Todo inmenso, rebosando pobreza y alegría,
así es Marruecos a la luz del día.