En esa partícula de tiempo
donde la tristeza está inmersa en un pozo de alegría,
ya asoman por el horizonte los primeros rayos de sol,
y aquí sigo, bailando en tu silencio.
Árboles encerrados en parques,
animales en jaulas,
un triste silencio encerrado en miles de voces.
¿Qué es de la luz del astro de las noches?,
¿qué es de los cielos no custodiados?
¿qué es del mar que nunca es surcado?
¿qué es del verdor de los tiempos del bosque?
¿qué es del viento sin lamentos?
¿qué es de las olas sin el viento?
¿qué es del mundo sin tu voz?
¿qué es del mundo sin tu voz?
y entonces, ¿porqué hay tanto misterio en una flor?.
La vida no se mide por las veces que respiras,
sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento.
Música que deleita mis oidos a un único son,
el del hombre vacío que arde dentro del sol.
Cuando el agua llore y el mundo calle,
el silencio de mi corazón
dejará que solo la voz del viento suene.
Cuando el vacío del universo me avasalle
y el último hálito de magia se demore,
las olas del mar serán ese único son
que impida que la Tierra se envenene.